jueves, 28 de abril de 2011

OREMOS JUNTOS.

Oración Pascual



Señor mío y Dios mío... Dios de la salvación renovada de generación en generación, resucita en nosotros todo lo que es muerte y lejanía de ti, danos vida y actitudes de resucitados contigo y haznos testigos de tu reino entre los hombres, por el amor, la justicia y la paz.


Pon sabiduría, Señor, en nuestro lenguaje, pon ternura en nuestra mirada, pon misericordia en nuestra mente que hace juicios, pon entrega y calor en nuestras manos, pon escucha en nuestros oídos para el clamor de los hermanos, pon fuego en nuestro corazón para que no se acostumbre a sus carencias y a su dolor.

Quédate con nosotros, haznos gustar el pan del evangelio, deja que en el camino, mientras vas con nosotros, se nos cambie la vida... Y envíanos de nuevo, audaces y gozosos, para decir al mundo que vives y que reinas, que quieres que el amor solucione las cosas, y cuentas con nosotros.
Y que Tú vas delante, como norte y apoyo, como meta y camino, hasta el fin de los días.
Amén.

miércoles, 27 de abril de 2011

lunes, 25 de abril de 2011

El Papa pidió por la paz en Libia y Medio Oriente

Benedicto XVI encabezó, con cardenales y obispos, la misa del domingo de Pascua ante 100 mil fieles en la Plaza de San Pedro.
El papa Benedicto XVI hizo ayer, domingo de Pascua, un fuerte llamamiento a favor del “diálogo y la diplomacia en Libia”, y pidió “solidaridad y acogida” para los africanos que huyen de un continente azotado por guerras y conflictos.
“Que en Libia la diplomacia y el diálogo ocupen el lugar de las armas”, clamó el Papa antes de impartir su bendición “Urbi et Orbi” (a la ciudad y al mundo), ante más de 100.000 fieles congregados en la plaza de San Pedro.
En su mensaje, pidió que “la paz y la dignidad humana venzan a las tinieblas de la división, del odio y la violencia” en Oriente Medio, y reclamó solidaridad para los inmigrantes y refugiados africanos. “Que llegue la solidaridad de todos a los numerosos prófugos y refugiados que provienen de diversos países africanos”, exhortó. “Que los hombres de buena voluntad abran el corazón a la acogida, para que de manera solidaria se puedan aliviar las necesidades urgentes de tantos hermanos”, dijo.
Vestido con hábitos litúrgicos dorados, en señal de fiesta, el Papa encabezó ante cardenales y obispos la misa del domingo de Pascua en una plaza adornada con miles de flores.
A una semana de la beatificación de Juan Pablo II, Benedicto XVI retomó dos temas que caracterizaron el largo pontificado de su predecesor, la defensa de la paz a cualquier precio y la solidaridad con los más débiles.
El llamamiento papal estaba dirigido indirectamente a los líderes políticos de Europa, quienes apoyaron la decisión de la ONU de intervenir en Libia. También atañe a los dirigentes europeos que han multiplicado sus declaraciones xenófobas, al punto de que estudian medidas para limitar el ingreso y la circulación en el viejo continente de miles de inmigrantes.
Las revueltas a inicios del año en Túnez y Egipto así como la guerra en Libia obligaron a decenas de miles de personas a huir de esos países, la mayoría en barcazas, hacia Europa.
El desmantelamiento de los campos de refugiados en Libia, donde vivían hacinados unos 10.000 etíopes, somalíes y eritreos que huían de conflictos en sus propios países, creó una verdadera emergencia humanitaria.
En su mensaje, el Papa reconoció que si bien en el cielo “todo es paz y regocijo, en la tierra, lamentablemente no es así. En nuestro mundo, el aleluya pascual contrasta todavía con los lamentos y el clamor que provienen de tantas situaciones dolorosas: miseria, hambre, enfermedades, guerras y violencias”.



domingo, 24 de abril de 2011

Evangelio de fin de semana

¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
domingo 24 Abril 2011. Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor. Santo(s) del día : San Fidel de Sigmaringa .

Evangelio según San Juan 20,1-9.

El primer día de la semana, de madrugada, cuando todavía estaba oscuro, María Magdalena fue al sepulcro y vio que la piedra había sido sacada. Corrió al encuentro de Simón Pedro y del otro discípulo al que Jesús amaba, y les dijo: "Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto".
Pedro y el otro discípulo salieron y fueron al sepulcro. Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió más rápidamente que Pedro y llegó antes. Asomándose al sepulcro, vio las vendas en el suelo, aunque no entró.
Después llegó Simón Pedro, que lo seguía, y entró en el sepulcro: vio las vendas en el suelo, y también el sudario que había cubierto su cabeza; este no estaba con las vendas, sino enrollado en un lugar aparte. Luego entró el otro discípulo, que había llegado antes al sepulcro: él también vio y creyó. Todavía no habían comprendido que, según la Escritura, él debía resucitar de entre los muertos.

Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.

Leer el comentario del Evangelio por : San Máximo de Turín (?-v. 420), Obispo . Sermón 36; PL 57, 605

"Este es el día que actuó el Señor" (Sal 117,24)

Manifestemos nuestra alegría, hermanos, hoy como ayer. Si las sombras de la noche han interrumpido nuestras fiestas, el día santo no ha terminado...: la claridad que propaga la alegría del Señor es eterna. Cristo nos iluminó ayer y hoy todavía resplandece su luz. "Jesucristo es el mismo ayer y hoy", dice el bienaventurado apóstol Pablo (Heb 13,8). Sí, para nosotros Cristo ha nacido. Para nosotros ha nacido hoy, según lo anunciado por Dios por boca de David:"Tú eres mi hijo, yo te he engendrado hoy" (Sal 2,7). ¿Qué significa esto? Que Él no engendró a su hijo un día, sino que ha engendrado el día y la luz al mismo tiempo...

Sí, Cristo es nuestro hoy: esplendor vivo y sin disminución, Él no deja de alumbrar el mundo (He 1.3) y este incendio eterno parece no ser sólo de un día. "Mil años en tu presencia son un ayer que pasó", exclamó el profeta (Sal 89,4). Sí, Cristo es ese día único porque única es la eternidad de Dios. Él es nuestro hoy: el pasado, huyó, se escapó; el futuro desconocido no tiene secretos para él. Luz soberana, abrazó todo, lo sabe todo, en todo tiempo está presente y lo posee todo. Antes que él, el pasado no se puede derrumbar, ni el futuro eludir... Hoy no es sólo el tiempo donde la carne nació de la Virgen María, ni sólo donde la divinidad, sale de la boca de Dios su Padre, sino el tiempo donde ha resucitado de entre los muertos: "Él ha resucitado a Jesús, dice el apóstol Pablo; Así está escrito en el Salmo segundo: "Tú eres mi Hijo; "Yo te he engendrado hoy'" (Hechos 13,33).

Verdaderamente, Él es nuestro hoy, cuando, al salir de oscura noche del infierno, abrazó a los hombres. Realmente, Él es nuestro día, al que no pudieron oscurecer los ataques de sus enemigos. Ningún día mejor que este día para acoger la luz: a todos los muertos, les ha dado el día y la vida. El hombre viejo nos llevó a la muerte; Él nos ha resucitado con la fuerza de su hoy.

CRISTO HA RESUCITADO!!! ALELLUYA!!!

jueves, 21 de abril de 2011

miércoles, 20 de abril de 2011

martes, 19 de abril de 2011

Semana Santa son días de reflexión y no para el pecado

la Iglesia, exhortó a los fieles a vivir intensamente la Semana Santa para así entregarle su vida "al Señor Jesús, muerto y resucitado por nosotros", porque estas fechas son para la reflexión y no "días de vacaciones para el descanso frívolo, la diversión o peor aún para el pecado".
"No permitamos que un clima secularizado que va enfriando nuestra fe cristiana se apodere de nosotros sino que más bien sea el fuego del misterio de la Pascua lo que dé luz y calor a nuestras vidas. ¡Que sean días para encontrar, conocer y seguir a Cristo, Luz del mundo, Vida y Resurrección nuestra!", afirmó que la muerte de Cristo en la Cruz "es la prueba más grande del amor" de Dios.
Afirmó que con su sacrificio, el Señor dio a los hombres el maravilloso regalo de "la Cruz como símbolo de nuestra reconciliación".
También pidió a los fieles que la reflexión en torno a la Cruz los lleve "a un mayor compromiso por la santidad en nuestra vida cristiana". "¡No hay cristianismo sin Cruz! La Cruz es parte fundamental de la vida cristiana, no como expresión de desgracia o resignación, sino como camino misterioso y paradójico de felicidad y de vida eterna".
En su exhortación pastoral, el Prelado invitó a morir al pecado y a las pasiones desordenadas, a los apegos y egoísmos, así como al cristianismo del mínimo esfuerzo, pues "sólo se llega a la Resurrección () pasando necesariamente por el Viernes de la Pasión y Muerte".
"Por ello la Semana Santa es ocasión propicia para examinarnos seriamente y preguntarnos: ¿Vivo un proceso continuo de conversión? o ¿soy mediocre y no pongo los medios necesarios para ser santo? () ¿Ardo en deseos de santidad y de configuración con Cristo? ¿Amo a la Iglesia y me esfuerzo por hacerla amar?", preguntó.
Recordó que en la Cruz también se revela "la maternidad espiritual de Santa María (). Jesús nos invita a descubrir a Su Madre como nuestra también. Nos invita a participar de su estado de Hijo de Santa María y nos apremia a amarla como Él la ama".
Finalmente, reiteró su invitación a contemplar la Cruz porque por ella "ha sido vencido el maligno, ha quedado derrotada la muerte, se nos ha transmitido la vida, se nos ha devuelto la esperanza y nos ha sido comunicada la luz. ¡Salve, oh Cruz, esperanza única!".



domingo, 17 de abril de 2011

Evangelio de fin de semana

¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
domingo 17 Abril 2011
Domingo de Ramos en la Pasión del Señor A. Santo(s) del día : Santa Caterina (Kateri) Tekakwitha, Beata Mariana de Jesús .

Evangelio según San Mateo 26,14-75.27,1-66.

Entonces uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue a ver a los sumos sacerdotes y les dijo: "¿Cuánto me darán si se lo entrego?". Y resolvieron darle treinta monedas de plata. Desde ese momento, Judas buscaba una ocasión favorable para entregarlo.
El primer día de los Acimos, los discípulos fueron a preguntar a Jesús: "¿Dónde quieres que te preparemos la comida pascual?".
El respondió: "Vayan a la ciudad, a la casa de tal persona, y díganle: 'El Maestro dice: Se acerca mi hora, voy a celebrar la Pascua en tu casa con mis discípulos'".
Ellos hicieron como Jesús les había ordenado y prepararon la Pascua. Al atardecer, estaba a la mesa con los Doce y, mientras comían, Jesús les dijo: "Les aseguro que uno de ustedes me entregará".
Profundamente apenados, ellos empezaron a preguntarle uno por uno: "¿Seré yo, Señor?". .....
 
Leer el comentario del Evangelio por : San Beda el Venerable (v. 673-735), monje, doctor de la Iglesia
Sermón n° 23

"Este es el cordero de Dios que quita el pecado del mundo" (Jn 1,29)

Alrededor del cordero de Dios se eleva el hosanna del pueblo: aquellos que instan a la multitud alabándolo con una sola y misma confesión de fe: "Hosanna al hijo de David! (21,9 Mt) Ya en este elogio se hace eco el coro de los Santos que canta: "La salvación es de nuestro Dios que está sentado en el trono y del Cordero". (Ap 7.10) Él va allí todos los días donde dará su enseñanza final (Lc 20,47). Es aquí donde va a consumar el sacramento de la Pascua judía, observada fielmente hasta entonces. Él mismo dará la Pascua nueva a los suyos cuando, saliendo del Monte de los Olivos, será puesto a prueba por sus enemigos y crucificado al día siguiente. Como cordero Pascual, llevado hoy al lugar cercano de su pasión y cumpliendo la profecía de Isaías: "como oveja, llevada al matadero, como un cordero ante el esquilador" (53,7).
Cinco días antes de su pasión, quiere llegar a la ciudad; Esto demuestra que él es el cordero inmaculado, que viene a quitar el pecado del mundo (Jn 1,29); Es el cordero Pascual, que inmolado, libera al nuevo Israel de la esclavitud de Egipto (Ex 12); Es cinco días antes de su pasión, cuando sus enemigos deciden su muerte de manera irreversible. Hoy, esto significa que nos canjea a todos por su sangre (Ap 5,9); Hoy, en la alegría y júbilo de un pueblo que lo rodea y que lo aclama, entra en el templo de Dios (Mt 21.12). El «mediador entre Dios y los hombres, el hombre Cristo Jesús» (1Tm 2.5) sufrirá por la salvación del género humano: es por esto por lo que descendió del cielo a la tierra, y ahora quiere acercarse al lugar de su pasión. Así será evidente para todos que él va a sufrir la pasión por su propia voluntad, no a la fuerza.

Inicia la Semana Santa.

 Domingo de Ramos.
El domingo de Ramos inicia la Semana Santa, una semana de una enorme densidad religiosa. Nuestros espíritus entienden que están llegando a lo “esencial” de nuestra fe cristiana. Por eso este domingo especial siempre tiene como lectura evangélica, nada menos que la narración de la Pasión según alguno de los evangelios. En este caso, este año, tenemos la lectura de la Pasión en la versión de San Lucas.
Puede ser interesante señalar las particularidades que tiene San Lucas en su narración, y que no tienen los otros evangelistas. No voy a recorrer todas las particularidades, sino las más saltantes.
Sólo él narra en el momento de la oración del huerto la presencia de un ángel que viene a confortarlo. ¿Tendrá esto alguna relación con el ángel que anuncia a María la Encarnación? (también esta narración es sólo de San Lucas). ¿Será la Anunciación de la Obra Salvadora, para confortar a Jesús orante? Pero además sólo él indica que en esa oración tan dramática, llegó Jesús a sudar gotas de sangre: es el comienzo del derramamiento total de la sangre salvadora. El también es el único que indica en el momento de la captura de Jesús, que después de que le cortaron la oreja al siervo del sumo sacerdote, Jesús que está acorralado por sus captores, se la curó. Algunos ven en éste y en otros detalles al médico observador que era San Lucas.
En el juicio a Jesús, él narra (no lo hacen los demás) el juicio de Herodes, ante el cuál Jesús guarda un silencio significativo. Es considerado como loco por no querer ser un espectáculo que hace milagros a pedido. Pero este hecho sirve para la reconciliación de dos que eran enemigos, Herodes y Pilatos: la reconciliación de dos enemigos ¿fruto de la Pasión?
Mientras Jesús carga la cruz camino del Calvario, Lucas nos narra el encuentro de Jesús con las piadosas mujeres, que quieren ofrecerle un consuelo sentimental, y que Jesús convierte en un mensaje de llamada a la conversión.
Al llegar a la crucifixión. Cristo está entre dos ladrones, y Lucas introduce el diálogo entre el buen ladrón y Jesús, anunciando a éste su inminente salvación: “hoy estarás conmigo en el paraíso”. Son varios los detalles narrados en particular por San Lucas, que nos adelantan el fruto de la Redención. Y finalmente para San Lucas, lo último que dice Jesús es “Padre en tus manos encomiendo mi espíritu”.
Todas estas particularidades de San Lucas, señalan algunos aspectos de la meditación de este evangelista, sobre el drama de la Pasión: Jesús está manifestando su bondad especial en ese momento decisivo de su vida. Ahora se muestra especialmente como Salvador: por eso cura al enemigo herido en la oreja; quiere hacer recapacitar a Herodes con un silencio majestuoso; y también como Salvador hace reflexionar a las buenas mujeres sobre la verdadera compasión. Concede la salvación inesperada a uno de los criminales que comparten con Él el suplicio de la Cruz. Esto por la parte de Jesús: El está muriendo por nuestra salvación, pues para eso va a morir, y manifiesta con esas acciones, la realidad de esta salvación, que nos llega a todos nosotros, y que va dirigida a todos los aspectos de nuestra vida que necesitan salvación.
Y por la parte del Padre, cuya voluntad está cumpliendo Jesús, se expresa el amor infinito que existe entre Padre e Hijo. La Pasión es el plan de Dios, pero no es un suplicio, sino un acto de amor: “tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su único Hijo”. Y en esos momentos le manda el consuelo a su Hijo, en la desolación de la oración del Huerto, enviando al ángel consolador, y recibe a su Hijo, al morir, recogiendo con ternura su espíritu, cuando todo el drama y el sufrimiento se ha consumado.
Esos son los aspectos a meditar en esta narración de San Lucas: la bondad y misericordia de Jesús, que quiere curar nuestras enfermedades, nuestras equivocaciones para darnos finalmente la salvación. Y además se quiere dejar bien establecido que el Padre ama al Hijo, que lo ama sin límites, incluso cuando Cristo parecería abandonado; y con El nos ama a todos nosotros, y por eso hace que se realice la Redención de esta forma tan maravillosa. La Pasión tiene así este mensaje: Dios nos ama, y Jesús nos salva, subrayando así el amor de Dios.
Agradecemos al P. Adolfo Franco, S.J. por su colaboración.



viernes, 15 de abril de 2011

Laborem Exercens: (Trabajo humano y problemas sociales), 14-9-1981.Encíclicas de Juan Pablo II

I. INTRODUCCIÓN
CON SU TRABAJO el hombre ha de procurarse el pan cotidiano,1 contribuir al continuo progreso de las ciencias y la técnica, y sobre todo a la incesante elevación cultural y moral de la sociedad en la que vive en comunidad con sus hermanos. Y «trabajo» significa todo tipo de acción realizada por el hombre independientemente de sus características o circunstancias; significa toda actividad humana que se puede o se debe reconocer como trabajo entre las múltiples actividades de las que el hombre es capaz y a las que está predispuesto por la naturaleza misma en virtud de su humanidad. Hecho a imagen y semejanza de Dios2 en el mundo visible y puesto en él para que dominase la tierra,3 el hombre está por ello, desde el principio, llamado al trabajo. El trabajo es una de las características que distinguen al hombre del resto de las criaturas, cuya actividad, relacionada con el mantenimiento de la vida, no puede llamarse trabajo; solamente el hombre es capaz de trabajar, solamente él puede llevarlo a cabo, llenando a la vez con el trabajo su existencia sobre la tierra. De este modo el trabajo lleva en sí un signo particular del hombre y de la humanidad, el signo de la persona activa en medio de una comunidad de personas; este signo determina su característica interior y constituye en cierto sentido su misma naturaleza.
1. El trabajo humano 90 años después de la «Rerum novarum»
Habiéndose cumplido, el 15 de mayo del año en curso, noventa años desde la publicación —por obra de León XIII, el gran Pontífice de la «cuestión social»— de aquella Encíclica de decisiva importancia, que comienza con las palabras Rerum Novarum, deseo dedicar este documento precisamente al trabajo humano, y más aún deseo dedicarlo al hombre en el vasto contexto de esa realidad que es el trabajo. En efecto, si como he dicho en la Encíclica Redemptor Hominis, publicada al principio de mi servicio en la sede romana de San Pedro, el hombre «es el camino primero y fundamental de la Iglesia»,4 y ello precisamente a causa del insondable misterio de la Redención en Cristo, entonces hay que volver sin cesar a este camino y proseguirlo siempre nuevamente en sus varios aspectos en los que se revela toda la riqueza y a la vez toda la fatiga de la existencia humana sobre la tierra.
El trabajo es uno de estos aspectos, perenne y fundamental, siempre actual y que exige constantemente una renovada atención y un decidido testimonio. Porque surgen siempre nuevos interrogantes y problemas, nacen siempre nuevas esperanzas, pero nacen también temores y amenazas relacionadas con esta dimensión fundamental de la existencia humana, de la que la vida del hombre está hecha cada día, de la que deriva la propia dignidad específica y en la que a la vez está contenida la medida incesante de la fatiga humana, del sufrimiento y también del daño y de la injusticia que invaden profundamente la vida social dentro de cada Nación y a escala internacional. Si bien es verdad que el hombre se nutre con el pan del trabajo de sus manos,5 es decir, no sólo de ese pan de cada día que mantiene vivo su cuerpo, sino también del pan de la ciencia y del progreso, de la civilización y de la cultura, entonces es también verdad perenne que él se nutre de ese pan con el sudor de su frente;6 o sea no sólo con el esfuerzo y la fatiga personales, sino también en medio de tantas tensiones, conflictos y crisis que, en relación con la realidad del trabajo, trastocan la vida de cada sociedad y aun de toda la humanidad.
Celebramos el 90° aniversario de la Encíclica Rerum Novarum en vísperas de nuevos adelantos en las condiciones tecnológicas, económicas y políticas que, según muchos expertos, influirán en el mundo del trabajo y de la producción no menos de cuanto lo hizo la revolución industrial del siglo pasado. Son múltiples los factores de alcance general: la introducción generalizada de la automatización en muchos campos de la producción, el aumento del coste de la energía y de las materias básicas; la creciente toma de conciencia de la limitación del patrimonio natural y de su insoportable contaminación; la aparición en la escena política de pueblos que, tras siglos de sumisión, reclaman su legítimo puesto entre las naciones y en las decisiones internacionales. Estas condiciones y exigencias nuevas harán necesaria una reorganización y revisión de las estructuras de la economía actual, así como de la distribución del trabajo. Tales cambios podrán quizás significar por desgracia, para millones de trabajadores especializados, desempleo, al menos temporal, o necesidad de nueva especialización; conllevarán muy probablemente una disminución o crecimiento menos rápido del bienestar material para los Países más desarrollados; pero podrán también proporcionar respiro y esperanza a millones de seres que viven hoy en condiciones de vergonzosa e indigna miseria.
No corresponde a la Iglesia analizar científicamente las posibles consecuencias de tales cambios en la convivencia humana. Pero la Iglesia considera deber suyo recordar siempre la dignidad y los derechos de los hombres del trabajo, denunciar las situaciones en las que se violan dichos derechos, y contribuir a orientar estos cambios para que se realice un auténtico progreso del hombre y de la sociedad

jueves, 14 de abril de 2011

OREMOS JUNTOS.

Señor Jesucristo, colma nuestros corazones con la luz de tu Espíritu Santo, para que, siguiéndote en tu último camino, sepamos cuál es el precio de nuestra redención y seamos dignos de participar en los frutos de tu pasión, muerte y resurrección. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.

Amén.



miércoles, 13 de abril de 2011

lunes, 11 de abril de 2011

Jóvenes confunden al diablo con "ángel rebelde" y crece satanismo en el mundo

El experto en satanismo, Carlo Climati, denunció que "cada día aumenta el número de jóvenes que se declaran seducidos por el diablo y la magia negra" con la ilusión de vivir una vida sin reglas siguiendo a un "ángel rebelde".
En una entrevista concedida el 5 de abril a ACI Prensa en Roma, Climati explicó que el satanismo "destruye aquellos valores universales que están escritos en el corazón de cada ser humano"; crea confusión y "una especie de sociedad al revés, donde el bien se vuelve mal y el mal se vuelve bien".
Consideró que los jóvenes confunden al diablo con un "ángel rebelde", y se dejan capturar "por la ilusión a una vida aparentemente libre, sin reglas", por una libertad engañosa que les lleva "a un estado de dependencia y de esclavitud".
La moda satánica y del esoterismo se extiende por todo el mundo, "por desgracia, la sociedad moderna está con frecuencia dominada por el relativismo moral y esto favorece la difusión del satanismo".
Climati explicó que a menudo, los jóvenes son "víctimas de una soledad terrible, de la incomunicación y de situaciones familiares difíciles", y encuentran en el esoterismo una "solución fácil e inmediata a sus problemas", lo confunden con un juego. "En los últimos años los jóvenes han sufrido una especie de lavado de cerebro que los empuja a no tener miedo del mundo del ocultismo", indicó.
El autor explicó a ACI Prensa que cierta "música rock puede considerarse 'diabólica' o anti educativa", y puede resultar "un puente entre el adolescente y el culto al diablo".
El "rock satánico""se reconoce fácilmente por los textos violentos y anticristianos", y por "las cubiertas de los CDs que ofrecen imágenes sanguinarias y blasfemas", dijo el experto.
Asimismo, consideró que Internet y lo medios de comunicación son a menudo peligrosos para los "jóvenes psicológicamente frágiles", que se divierten practicando "ritos que inventan después de haber navegado en Internet o después de la lectura de cualquier libro esotérico", "por desgracia, a veces, se puede llegar a cometer actos de violencia o asesinato".
Climati es responsable de la oficina de prensa del Ateneo Pontificio Regina Apostolorum, y recientemente participó en el curso "Exorcismo y oración de liberación", celebrado en Roma con el auspicio de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos y la Congregación para el Clero.
En el curso se dio a jóvenes sacerdotes herramientas para apoyar a las familias y diferenciar de un modo rigurosamente científico el exorcismo como tema espiritual y teológico, del fenómeno del satanismo, vinculado a aspectos más sociales.



domingo, 10 de abril de 2011

Evangelio de fin de semana

¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
domingo 10 Abril 2011. V Domingo de Cuaresma A. Santo(s) del día : San Ezequiel (Profeta)

Evangelio según San Juan 11,1-45.

Había un hombre enfermo, Lázaro de Betania, del pueblo de María y de su hermana Marta. María era la misma que derramó perfume sobre el Señor y le secó los pies con sus cabellos. Su hermano Lázaro era el que estaba enfermo. Las hermanas enviaron a decir a Jesús: "Señor, el que tú amas, está enfermo". Al oír esto, Jesús dijo: "Esta enfermedad no es mortal; es para gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella". Jesús quería mucho a Marta, a su hermana y a Lázaro. Sin embargo, cuando oyó que este se encontraba enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba. Después dijo a sus discípulos: "Volvamos a Judea". Los discípulos le dijeron: "Maestro, hace poco los judíos querían apedrearte, ¿quieres volver allá?". Jesús les respondió: "¿Acaso no son doce las horas del día? El que camina de día no tropieza, porque ve la luz de este mundo; en cambio, el que camina de noche tropieza, porque la luz no está en él". Después agregó: "Nuestro amigo Lázaro duerme, pero yo voy a despertarlo". Sus discípulos le dijeron: "Señor, si duerme, se curará". Ellos pensaban que hablaba del sueño, pero Jesús se refería a la muerte. Entonces les dijo abiertamente: "Lázaro ha muerto, y me alegro por ustedes de no haber estado allí, a fin de que crean. Vayamos a verlo". Tomás, llamado el Mellizo, dijo a los otros discípulos: "Vayamos también nosotros a morir con él". Cuando Jesús llegó, se encontró con que Lázaro estaba sepultado desde hacía cuatro días. Betania distaba de Jerusalén sólo unos tres kilómetros. Muchos judíos habían ido a consolar a Marta y a María, por la muerte de su hermano. Al enterarse de que Jesús llegaba, Marta salió a su encuentro, mientras María permanecía en la casa. Marta dijo a Jesús: "Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto. Pero yo sé que aun ahora, Dios te concederá todo lo que le pidas". Jesús le dijo: "Tu hermano resucitará". Marta le respondió: "Sé que resucitará en la resurrección del último día". Jesús le dijo: "Yo soy la Resurrección y la Vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá; y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?". Ella le respondió: "Sí, Señor, creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que debía venir al mundo". Después fue a llamar a María, su hermana, y le dijo en voz baja: "El Maestro está aquí y te llama". Al oír esto, ella se levantó rápidamente y fue a su encuentro. Jesús no había llegado todavía al pueblo, sino que estaba en el mismo sitio donde Marta lo había encontrado. Los judíos que estaban en la casa consolando a María, al ver que esta se levantaba de repente y salía, la siguieron, pensando que iba al sepulcro para llorar allí. María llegó a donde estaba Jesús y, al verlo, se postró a sus pies y le dijo: "Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto". Jesús, al verla llorar a ella, y también a los judíos que la acompañaban, conmovido y turbado, preguntó: "¿Dónde lo pusieron?". Le respondieron: "Ven, Señor, y lo verás". Y Jesús lloró. Los judíos dijeron: "¡Cómo lo amaba!". Pero algunos decían: "Este que abrió los ojos del ciego de nacimiento, ¿no podría impedir que Lázaro muriera?". Jesús, conmoviéndose nuevamente, llegó al sepulcro, que era una cueva con una piedra encima, y dijo: "Quiten la piedra". Marta, la hermana del difunto, le respondió: "Señor, huele mal; ya hace cuatro días que está muerto". Jesús le dijo: "¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?". Entonces quitaron la piedra, y Jesús, levantando los ojos al cielo, dijo: "Padre, te doy gracias porque me oíste. Yo sé que siempre me oyes, pero lo he dicho por esta gente que me rodea, para que crean que tú me has enviado". Después de decir esto, gritó con voz fuerte: "¡Lázaro, ven afuera!". El muerto salió con los pies y las manos atados con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: "Desátenlo para que pueda caminar". Al ver lo que hizo Jesús, muchos de los judíos que habían ido a casa de María creyeron en él.

Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.

Leer el comentario del Evangelio por : San Pedro Crisólogo (v. 406-450), Obispo de Rávena, doctor de la Iglesia. Sermón 64; PL 52, 379
« Entonces, Jesús lloró »
"Cuando Jesús vio llorar a María, y que los judíos que llegaron con él estaban llorando, le embargó una profunda emoción..." María llora, los judíos lloran, el mismo Cristo llora. ¿Crees que todos sienten la misma pena? María, la hermana del muerto, llora porque no pudo retener a su hermano, ni evitar la muerte. Ella está bien convencida de la resurrección pero la pérdida de su mejor apoyo, el pensamiento de una falta cruel, la tristeza de una larga separación, son lágrimas que ella no puede evitar... La imagen implacable de la muerte no puede que no nos toque y moleste, cualquiera que sea nuestra fe. Los judíos también lloraron, en recuerdo de su condición mortal, porque no esperan la eternidad...
Un mortal no puede no llorar ante la muerte.
¿Cuál de estas penas siente Cristo? ¿Ninguna? entonces ¿por qué llora? Él dijo: Lázaro está muerto, y me alegro »... Pero he aquí que derrama lágrimas como los mortales, al mismo tiempo que Él difunde una vez más el Espíritu de la vida! Hermanos, este es el hombre: bajo la influencia de la alegría, como bajo el efecto de la pena, derrama las lágrimas ... Cristo no llora en la desolación de la muerte, en recuerdo de la alegría, aquel que por su palabra, una palabra, debe despertar a los muertos a la vida eterna (Jn 5,48) ... ¿Cómo podemos pensar que Cristo lloró por debilidad humana, cuando el Padre Celestial llora a su hijo pródigo, no cuando se marcha, sino a la hora del regreso? (Lucas 15,20) ... Él permitió que Lázaro muriera, porque quería resucitar a un muerto y así mostrar su gloria, permitió que su amigo descendiera a los infiernos para que Dios apareciera, liberando al hombre del infierno.



sábado, 9 de abril de 2011

lunes, 4 de abril de 2011

Evangelio de fin de semana

Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
domingo 03 Abril 2011.IV Domingo de Cuaresma A. Santo(s) del día : San Juan Brittos, Padre Raniero Cantalamessa
Evangelio según San Juan 9,1-41.
Al pasar, vio a un hombre ciego de nacimiento. Sus discípulos le preguntaron: "Maestro, ¿quién ha pecado, él o sus padres, para que haya nacido ciego?".
"Ni él ni sus padres han pecado, respondió Jesús; nació así para que se manifiesten en él las obras de Dios.
Debemos trabajar en las obras de aquel que me envió, mientras es de día; llega la noche, cuando nadie puede trabajar.
Mientras estoy en el mundo, soy la luz del mundo".
Después que dijo esto, escupió en la tierra, hizo barro con la saliva y lo puso sobre los ojos del ciego,
diciéndole: "Ve a lavarte a la piscina de Siloé", que significa "Enviado". El ciego fue, se lavó y, al regresar, ya veía.
Los vecinos y los que antes lo habían visto mendigar, se preguntaban: "¿No es este el que se sentaba a pedir limosna?". Unos opinaban: "Es el mismo". "No, respondían otros, es uno que se le parece". El decía: "Soy realmente yo".
Ellos le dijeron: "¿Cómo se te han abierto los ojos?".
El respondió: "Ese hombre que se llama Jesús hizo barro, lo puso sobre mis ojos y me dijo: 'Ve a lavarte a Siloé'. Yo fui, me lavé y vi".
Ellos le preguntaron: "¿Dónde está?". El respondió: "No lo sé".
El que había sido ciego fue llevado ante los fariseos. Era sábado cuando Jesús hizo barro y le abrió los ojos.
Los fariseos, a su vez, le preguntaron cómo había llegado a ver. El les respondió: "Me puso barro sobre los ojos, me lavé y veo".
Algunos fariseos decían: "Ese hombre no viene de Dios, porque no observa el sábado". Otros replicaban: "¿Cómo un pecador puede hacer semejantes signos?". Y se produjo una división entre ellos.
Entonces dijeron nuevamente al ciego: "Y tú, ¿qué dices del que te abrió los ojos?". El hombre respondió: "Es un profeta". Sin embargo, los judíos no querían creer que ese hombre había sido ciego y que había llegado a ver, hasta que llamaron a sus padres y les preguntaron: "¿Es este el hijo de ustedes, el que dicen que nació ciego? ¿Cómo es que ahora ve?".
Sus padres respondieron: "Sabemos que es nuestro hijo y que nació ciego, pero cómo es que ahora ve y quién le abrió los ojos, no lo sabemos. Pregúntenle a él: tiene edad para responder por su cuenta".
Sus padres dijeron esto por temor a los judíos, que ya se habían puesto de acuerdo para excluir de la sinagoga al que reconociera a Jesús como Mesías.
Por esta razón dijeron: "Tiene bastante edad, pregúntenle a él".
Los judíos llamaron por segunda vez al que había sido ciego y le dijeron: "Glorifica a Dios. Nosotros sabemos que ese hombre es un pecador".
"Yo no sé si es un pecador, respondió; lo que sé es que antes yo era ciego y ahora veo".
Ellos le preguntaron: "¿Qué te ha hecho? ¿Cómo te abrió los ojos?".
El les respondió: "Ya se lo dije y ustedes no me han escuchado. ¿Por qué quieren oírlo de nuevo? ¿También ustedes quieren hacerse discípulos suyos?".
Ellos lo injuriaron y le dijeron: "¡Tú serás discípulo de ese hombre; nosotros somos discípulos de Moisés!
Sabemos que Dios habló a Moisés, pero no sabemos de donde es este". El hombre les respondió: "Esto es lo asombroso: que ustedes no sepan de dónde es, a pesar de que me ha abierto los ojos. Sabemos que Dios no escucha a los pecadores, pero sí al que lo honra y cumple su voluntad.
Nunca se oyó decir que alguien haya abierto los ojos a un ciego de nacimiento.
Si este hombre no viniera de Dios, no podría hacer nada".
Ellos le respondieron: "Tú naciste lleno de pecado, y ¿quieres darnos lecciones?". Y lo echaron.
Jesús se enteró de que lo habían echado y, al encontrarlo, le preguntó: "¿Crees en el Hijo del hombre?".
El respondió: "¿Quién es, Señor, para que crea en él?".
Jesús le dijo: "Tú lo has visto: es el que te está hablando".
Entonces él exclamó: "Creo, Señor", y se postró ante él.
Después Jesús agregó: "He venido a este mundo para un juicio: Para que vean los que no ven y queden ciegos los que ven". Los fariseos que estaban con él oyeron esto y le dijeron: "¿Acaso también nosotros somos ciegos?".
Jesús les respondió: "Si ustedes fueran ciegos, no tendrían pecado, pero como dicen: 'Vemos', su pecado permanece".

Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.

Leer el comentario del Evangelio por : San Efrén (v. 306-373), diácono en Siria, doctor de la Iglesia

Comentario al Diatessaron, 16, 28-31

« Yo he venido a este mundo para un desafío: para que los que no ven puedan ver»

<< Hizo barro con su saliva y la aplicó sobre los ojos del ciego>>Y la luz ha brotado de la tierra, como al principio, como cuando... la tiniebla lo cubría todo y le ordenó a la luz que surgiera de la oscuridad (Gn 1,2-3). Por lo tanto curó un defecto que existía después del nacimiento, para mostrar que Él, da la mano acabando aquello que falta a la naturaleza. Era bueno que le diera la mano a aquellos que había formado en la creación al principio. Y como nos negamos a creer que Él era anterior a Abraham (Jn 8,57), Él ha probado por sus obras que es el Hijo de Aquel que, de su mano, << forma de tierra al primer Adán>>. (Gn 2,7).
Él hace esto para aquellos que buscan milagros a fin de creer: "Los judíos buscan milagros" (1Co 1,22). No es la piscina de Siloé lo que ha abierto los ojos del ciego, como no son las aguas del Jordán las que purifican a Naamán (2R 5,14): es el poder del Señor el que lo hace todo. Por lo tanto, no es el agua de nuestro bautismo, sino el nombre de la Trinidad que se pronuncia sobre ella lo que nos purifica. << Él frotó sus ojos con barro>>, con el fin de que los fariseos limpien la ceguera de su corazón...
Aquellos que vieron la luz material estaban conducidos por un ciego que vio la luz del espíritu; y, en su noche, el ciego estuvo conducido por aquellos que veían externamente, pero eran espiritualmente ciegos.
El ciego ha lavado el barro de sus ojos, y se ha visto a sí mismo; otros han lavado la ceguera de su corazón, y se han examinado a sí mismos. De este modo, abriendo exteriormente los ojos de un ciego, nuestro Señor abre secretamente los ojos de muchos otros ciegos... En estas pocas palabras del Señor están escondidos tesoros admirables, y en esta curación, fue esbozado un símbolo: Jesús, hijo del Creador.

sábado, 2 de abril de 2011

Se cumplen seis años de la muerte del Sumo Pontífice. El mundo católico espera ansioso por la beatificación de Juan Pablo II

El 1 de mayo Benedicto XVI proclamará beato a su predecesor en la plaza de San Pedro. Se espera que asistan 300.000 personas. Como escenario previo ya se inauguraron muestras y exposiciones y se presentó un CD con plegarias leídas por Karol Wojtyla.
Exposiciones, conferencias, libros, discos o calendarios sobre Juan Pablo II, se prodigan en estos días en numerosos países de tradición católica para celebrar la inminente beatificación del papa Wojtyla del que hoy, 2 de abril, se cumple el sexto aniversario de su muerte.

Si hace un año la pregunta era ¿cuándo será beatificado el primer Papa polaco de la historia?, ahora todas las miradas están puestas en el próximo 1 de mayo, cuando Benedicto XVI proclame en la plaza de San Pedro del Vaticano beato a su predecesor, del que fue estrecho colaborador durante 24 años.

Hasta el momento, más de 300.000 personas confirmaron ya su asistencia a la Opera Romana Pellegrinaggi (ORP), organismo de la Iglesia romana encargado de la organización del evento, una cifra que se espera aumentará considerablemente.

A la espera de ese día, se presentaron últimamente en Roma varios libros sobre la vida del papa Wojtyla, uno de ellos en español, y otro sobre los encuentros que mantenía con los periodistas en los aviones cuando se dirigía a alguno de los 129 países que visitó en sus casi 27 años de pontificado, el tercero más largo de la historia de la Iglesia.

También se inauguraron varias exposiciones de fotos del papado Wojtyla (1978-2005), una de ellas con imágenes inéditas proveniente de los archivos vaticanos, un libro de poesías y oraciones suyas, una agenda con fotos y se sacó a la venta un CD con composiciones inéditas que acompañan plegarias, homilías, salmos y discursos de Juan Pablo II en seis idiomas, titulado “Tu es Christus”. El álbum tiene trece temas, nueve con la voz del papa Wojtyla. Otros son interpretados por el tenor español Plácido Domingo, el italiano Andrea Bocelli y el grupo irlandés The Priets.

En Roma se vive ya con intensidad la beatificación, que estará precedida de una “vigilia de preparación” en el romano Circo Massimo, con capacidad para un millón de personas, en la noche del 30 de abril.