Hoy, Señor, quiero decirte que mi puerta esta cerrada: la puerta de mi corazón, que estoy encerrada en mis pensamientos y en mis histerisqueos, que el miedo habita y solo hay angustias y desilusión, que la victimización está presente. me siento perseguida como los apóstoles, o quizás yo misma me persigo, todo esto no me deja disfrutar de tu presencia, no me deja avanzar, no me deja verte Jesús en esta vida, en mi vida, regálame como a los discípulos tu paz, para que en mi haya confianza, alegría, sea una persona virtuosa y de confianza, que confíe, regala tu paz a mi corazón. Que viva tu misericordia reconociendo mis miserias. se que Tu me llenas de paz, amor y misericordia. que pueda ver la miseria del otro desde mi corazón miserable perdonado por un Dios que es amor... que mire desde mi miserias la miserias del hermano. para cambiar mi manera de pensar y vivir......
POR SU DOLOROSA PASIÓN, EN MISERICORDIA DE NOSOTROS Y DEL MUNDO ENTERO.