jueves, 24 de diciembre de 2020

NAVIDAD ES JESÚS!!!!

 

¡NAVIDAD!!


Cómo católicos, cristianos y hombres de fe, después de prepararnos interiormente y renovarnos durante cuatro semanas o domingos, viviremos la fiesta más importante para la mayoría de la humanidad, para quienes creen o no creen: LA NAVIDAD.  por qué?  Porque, para la mayoría no sería Navidad si no hay fiesta, regalos o decoración navideña a pesar de la situación personal, social, mundial que vivimos; porque se hace presente el optimismo junto a la esperanza y a los valores como la generosidad y la paz; apoderándose así de cada uno: grandes y chicos. La navidad nos hace sentir más cercanos al prójimo, nos hace recordar nuestra niñez inocente todo en una reunión familiar, es un momento que nos invita a renovar nuestros sentimientos y emociones; la unión, actitudes generosas, ya sea de paz y amor. Nos invita a reflexionar  sobre que podemos mejorar.

Podríamos cambiar la palabra Navidad por Navidar, natividad, nacimiento. ¿Qué te parece?

Cuenta la historia que, un niño nació en Belén, su nombre es Jesús, nació pobre, perseguido, con solamente pañales y mucho frio; un niño sencillo y frágil, pero con una dulzura al verlo recostado con solo sus pañales que lo cubrían.  Nació para nuestro bien, por nosotros pecadores, para ser humillado y morir en la cruz como un delincuente, aunque paso haciendo el bien, y luego resucitar para que fuéramos salvos, perdonados, sanados, liberados, ¿qué más? Dímelo tú.

Siiiii ¡!! Es Dios hecho hombre, su nombre es Jesús que significa salvador.

En Navidad celebramos al Hijo de Dios. Dios nos amó tanto que envió a su Hijo para que fuera humillado, se humillara haciéndose semejantes a nosotros menos en el pecado. Celebramos saber que estás entre nosotros, la presencia de tu amor del amor.

Esa noche buena, ese día de navidad al contemplar esa imagen dile todo lo que hay en tu corazón, esas cosas que solo vos y el saben, agradécele por lo bueno y malo en tu vida. Velo recostado en un pesebre, que es un establo, porque no hubo lugar para El y contempla, junto a María y José, su mirada, mirada de amor, su cuerpo descubierto, sin ropa que nos pide ser vestido con nuestras gracias, las que EL nos regaló, sus manos pidiendo upa, ser acunado…. Mira sus pies y sus piernas, mira que está descalzo y recuerda, piensa en esos caminos que recorrió caminos ciertos a seguir. Contempla tu niño y di que ves, que sientes y piensa que todavía busca una posada, será la de tu corazón.

Piensa que su Padre lo envió, su voluntad fue acepto, quiso venir al mundo para que Dios Padre perdone con su padecimiento a la humanidad y así salvar a aquellos que lo van a humillaran, lo van matar. Que ese niño se convertirá en un hombre, un hombre de mirar tierno y dulce, de oración, que hablará de amor, con gesto de paz, amor en su corazón, que predicó y fue luz en la oscuridad, que nos mostró que hay otra vida después de esta, un sol en el corazón, nos dio a saber que hay un renacer y que la muerte no es el fin, que vuelve cuando lo invocamos, decimos su nombre.

 Ahora, nos preguntemos. ¿Qué haría si viene alguien y me pide que me sacrifique por aquella persona que no me hizo bien, me hace mal, no me hace bien en mi vida?

Recuerda que todo lo que EL aquí dejó nunca va a pasar que siempre va a existir

Recuerda, la navidad no está hecha solo para celebrar sino también para reflexionar. Es el tiempo bendito en que todo el mundo se dedica a una conspiración de amor uniendo a toda la humanidad.  Contempla a ese Niño con su mano derecha alzada, con una ropa de Razo blanco dándote la bendición. ¡FELIZ NAVIDAD!

sábado, 19 de diciembre de 2020

MATEO 15, 29 - 37. CURAR Y SACIAR.


 Señor Jesús, una vez más en tu presencia, mil gracias te doy por este momento, por elegirme entre miles para que esté contigo. Hoy, junto a ti, tomando tu mano, veo la otra orilla, y viéndola, te pido la gracia de animarme a más, a asumir los desafíos de la vida cómo lo hiciste vos. Qué no me quede sola en mi zona de confort, que me anime a lo nuevo para saber, descubrir que puede salir bien o mal y, así poder crecer en la vida y, si sale mal creceré con experiencia en mi vida, podré decir, al menos lo intenté.  Que asuma los desafíos para así descubrir que de alguna manera: bien o mal crezco y persevero.

Sé, que tú tenias en claro que debias ir por más,hacer,  que yo también tenga en claro mi vida. Te pido que el estructuralismo, el miedo no me asfixien. Que arriesgue Señor, porque se que tarde o temprano debo hacerlo, debo arriesgarme.

Tú y yo sabemos que debo sanar situaciones, historias de mi vida, en mi vida. Hoy, vengo a tí con mis dolencias para pedirte que me alivies, solo ante tí recibo alivio. Sanas mis heridas Señor, las que están instaladas en mi corazón y no se ven. Te pido me ayudes a cicatrizar todas mis heridas, las que no me dejan caminar hacia adelante. Sáname Señor, para llenarme de tu paz. Ven a saciarnos, a saciarme,porque mucho estamos con hambre. Hay hambre  de proyectos, también cansados  por el difícil que viví, año duro para todos.

Qué podamos llenarnos,que pueda llenarme de esperanza y alegría, sabiendo que cómo tú hija  pueda hacer mucho por mis hermanos, mi gente. que me anime a más  y siempre recuerde que puedo ayudar a alguien.

Te pido que derrames tú Santo Espíritu sobre tú Iglesia, para ser saciados. Ven Señor, a curar y saciar lo que necesitamos porque estamos enfermos y queremos ser sanados, queremos ser saciados. derramate Espíritu Santo, Ven Señor Jesús, y escucha el clamor de tu hija, tus hijos.  

domingo, 13 de diciembre de 2020

LUCAS 11, 15 - 26.

 


Señor, en tu presencia, en este encuentro contigo, ante TÍ, quiero reconocer que en mi vida hay muchos demonios que me tientan, hay demonios que ponen en mí malos pensamientos, malos deseos, malos sentimientos; que me llevan a la pereza, a la desidia, a la apatía; a tener malas actitudes, a obrar mal, a tener malos gestos. Sé Señor,  que son mis enemigos del alma, enemigos que quieren separarme de tí, que me tientan con las cosas del mundo, ponen en mí pensamientos de la carne y me llevan a pecar. Sí Señor, el mundo, el demonio y la carne quieren entrar en mí, en mí vida, en mi casa. Te pido Señor, me ayudes y no lo permitas; te pido que así como expulsaste  los demonios de la palabra hoy lo hagas en mí, expulsa, mi Señor, los demonios con tú poder. expúlsalos Señor, para que pueda  seguir tú camino, hacer tú voluntad, pueda reconocer tu autoridad, tu poder sobre ellos y que siempre esté contigo.

Tú, Señor, que conoces mis pensamientos obra en mí, hazme fuerte para vencerlos, para tener mi casa limpia. expulsa Señor mis demonios, esos que me quitan la paz, expúlsalos Señor  para poder ser una persona que recoja que sume que multiplique y no desparrame reste o divida.

Sé, mi Señor, que en mi vida la lucha es contra el mal y no contra mi hermano o contra mi misma, la lucha es contra el mundo con sus ofertas, el demonio con sus tentaciones, y la carne con su mal uso. Ayúdame Señor a expulsarlos con la oración, la Sagrada Eucaristía, que es tu misma presencia, en cada encuentro contigo. Que cada día esos demonios, el mal vayan saliendo  de mi vida.

Regálame Señor un baño de tú luz para que pueda reconocer lo que debo expulsar  de mi vida. Dame la gracia de ser una persona atenta, con discernimiento para no defender y aceptar a quienes me llevan por mal camino.

Señor, tú que me regalaste un Espíritu fuerte de valientes te pido, haz que obre en mí. 

Ven Espíritu Santo, y ayúdame con tú presencia a vivir sin demonios, ocupa tú esos lugares y bendícelos con tu presencia.

Gracias Señor por tu Santo Espíritu, por tú poder y autoridad. gracias, mil gracias te doy mi Señor.

martes, 1 de diciembre de 2020

LUCAS, 11,1 - 4.

 


Hoy, señor Jesús, estoy aquí presente, estoy en tú presencia Eucarística; y al leer y meditar tú Palabra, te pido que así como tú orabas, en cierto lugar, me des la gracia el carisma de la oración para encontrarme contigo, para escucharte en el silencio de mi alma, de mi corazón, de mi ser.

Hoy, te pido como aquel Discípulo, que me enseñes con tu Espíritu a orar. Quiero orar como lo hicieron los Santos y Santas de tu Iglesia. Quiero en la oración reconocer  y descubrir que Dios es mi Padre; quiero santificar tu Nombre y el de Dios; quiero vivir en mi vida  tú Reino. Por eso Señor, envía tu Reino, pido tu Reino, que nunca me falte el pan de cada día, el pan de la oración, del amor. Dame Señor, cada día, el pan que me hace falta, que necesito.

Dame Señor, la gracia del perdón para poder perdonar  como Tú perdonas, me has perdonado. Señor, dame la gracia de la oración para no  caer, para no aceptar la tentación, para poder vencer el mal y librarme de todo mal.

Dame la gracia Señor, de que éste encuentro contigo, de que la oración en mí no se transforme  en una rutina, sin pasión; que sea en mí una necesidad una pasión la vida de oración. Enséñame a orar Señor, ayúdame a orar para que pueda relacionarme con mi padre, para relacionarme con el prójimo y así sentirnos hermanos y también logre relacionarme conmigo misma.

Gracias Señor, y bendita sea la oración, porque puedo hablar contigo. Bendito seas Señor, porque sé que si hablo contigo las cosas pasarán, porque sé que cualquier necesidad  la encontraré orando.

BENDITA SEA LA ORACIÓN PORQUE ME LLEVA A LA SANTIDAD....