domingo, 3 de junio de 2012

EVANGELIO DE FIN DE SEMANA ( 3/6/12)

EVANGELIO DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO SEGÚN SAN MATEO, 28,16-20
Los once discípulos fueron a Galilea, a la montaña donde Jesús los había citado.17.Al verlo, se postraron delante de él; sin embargo, algunos todavía dudaron.18.Acercándose, Jesús les dijo: «Yo he recibido todo poder en el cielo y en la tierra.19.Vayan, entonces, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,20.y enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado. Y yo estoy con ustedes hasta el fin del mundo».
Para comenzar el pensamiento del Evangelio tomaremos en cuenta el lugar al que hace alusión y es Galilea. Para Jesús y los once el lugar es muy significativo por las siguiente razones y ellas son: en primer lugar es el lugar donde Jesús elije a sus Discípulos, donde realiza más predicas, lugar donde se sanan más enfermos, hay más personas consoladas y que descubren el rostro de Dios por medio de la Palabra, a través de las prédicas de Jesús. Es el lugar donde comienza y termina- finaliza la tarea de Jesús en el mundo. llevándolo a nuestra vida diremos que Galilea es nuestra casa, nuestra familia... También la Palabra dice: " a la montaña dónde Jesús........". Tomemos la palabra montaña y diremos que es lo más alto de la tierra y lo más bajo del cielo, que es un punto de conexión del hombre con Dios, desde allí contemplamos, vemos valles, llanuras, descubrimos la inmensidad de la creación. para nosotros sería el templo, la Iglesia, el altar.
Por otro lado, Dios nos invita a reunirnos con EL en Galilea, nuestra casa, en la familia, en el hogar, en la Iglesia, que sería nuestra montaña, donde adquirimos la visión divina, la capacidad de encuentro, la reconciliación entre lo humano y lo divino, teniendo la visión y los sentimientos de Jesús. Otro momento importante es cuando los once se postran ante Jesús, esa postración es signo de entregar su voluntad a El,  hoy sería, el entregar plenamente nuestra vida, adorarle, reconocer nuestra indignidad, pequeños ante El, el asumir nuestra bajeza y su grandeza.
No podemos obviar cuando dice: " sin embargo, algunos todavía dudaron". Y  hablamos de la duda, y diremos que es algo propio del ser humano y significa que quien duda es porque pone en crisis su fe. por consiguiente, en el discernimiento verá la mucha o poca fe que tenemos para distinguir entre lo grueso y lo fino, entre la fe verdadera y las supersticiones, entre la confianza en Dios y la actitud mágica. Ese todavía, en Mateo es como que se queja de que el encuentro con Jesús no provoque, no de seguridad en la fe en  los once. pareciera que a ellos no les bastó la resurrección.
Volviendo a la duda, la pregunta que nos cabe es: como podemos sacarnos la duda? la respuesta es, sería: la sacamos por medo del estudio de la palabra y la oración, para lograr así, que nuestra inteligencia se aclare, nos llenemos de la luz de sabiduría y ser fortalecidos en el corazón. SSolo así habrá seguridad en nuestros miedos.
También nos dice " Vaya..................." aseguramos que es una orden, un imperativo, nos pide que seamos aquellos que salen a hacer discípulos de Jesús a todos los pueblos sin ninguna distinción, a predicar el Nombre de Jesús y a hacer discípulos suyos.... 
Lo último y más importante es reconocer la presencia de la Santísima Trinidad al decir: " bautizándolo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, es decir, que toda la trinidad habita personalmente en cada bautizado, se inserta en esa perfecta comunidad de amor que forman la tres personas divinas, nos hacemos discípulos.
Vivamos como verdadero creyente nuestro Bautismo, reconozcamos que Dios actúa en trinidad y nosotros debemos hacerlo en comunidad. Por eso diremos para reconocer la trinidad, a un Dios reino. " el Hijo entrega su vida por mandato del Padre y con la fuerza del Espíritu Santo".

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