lunes, 4 de septiembre de 2017

Una madre narra su milagro: “Le pedí a Dios que me lo devuelva y me bebé regresó de la muerte”

 El relato en primera persona de su sufrimiento extremo sorprende. Hizo una promesa de difundir el caso sin recibir nada. Reparte folletos contando lo que le paso.
“Como ves mamá, el bebé tiene una hemorragia por la boca y la nariz, lo peor es que dentro de su cabecita tiene otra, los pulmones tienen agua y mucosidades y un virus en el estómago que no pudimos sacar, está falleciendo. Trae un sacerdote para que lo bendiga porque no pasa de esta noche”, así me dijo la doctora y me quedé sin habla.
Dalma Abigail asegura que estuvo un mes frente a su bebé, mirando su cuerpito de tan solo 1,4 kilos. Fue a principios de este año.
Un mes en el que ni siquiera pude darle el pecho. Estaba entubado, con cables por todas partes y con el estómago hinchado. Su alimentación era solo una sonda.
A las cuatro semanas los doctores le informaron, asevera, que era su última noche. La hemorragia cerebral había complicado todo. 
“Me pidieron que busque un sacerdote y que me iban a dar asistencia psicológica”, recordó la mujer.
“Ahí sentí el mundo sobre mí. Sentí la peor de las decepciones y el abandono final.
Me habían quitado la vida a mi. Salí y me fui a mi casa, como nunca, abandonando a mi hijo. Cuando llegué mi esposo, que ya sabía todo, me dijo ‘vamos a rezar por él. Vamos a pedir por él, vamos a prometer por él. Dios nos va a escuchar’”, relató.
“Hubo un momento en que no creía ya en nada pero lo vi a él. Con tanta fe me arrodillé horas con los ojos sobre el piso. No sé que pasó en ese tiempo. Solo sé que le pedía Dios que me lo devuelva, que no se lo lleve, que me dé a mi hijo, ya que tanto yo había sufrido cuando niña”.
Dalma no pudo dormir, casi al amanecer se fue para el hospital Materno Infantil. 
“Fui a buscar a mi hijo muerto, admito, fui a recibir la más cruel de las noticias para una madre. Pero algo sucedió. Me recibió una enfermera, que ya era como una amiga de cada mañana y su rostro no estaba triste. 
“Pasó la noche sin asistencia y parece que se queda nomás, porque los doctores dijeron que mejoraron sus signos vitales de manera milagrosa”. Aún recuerda las palabras de la enfermera.
“Entré y lo vi, desnudo en su cunita y minutos más tarde llegaron los regalos. Una batita, pañales, ropita de abrigo, porque sus esperanzas eran nulas, jamás habíamos comprado ni siquiera unas medias para él”, describe.
Dalma Abigail llora y se ríe cuando mira a su hijo en brazos y le dice con un susurro: “No tenías nada de ropita, pero cuando seas grande vas a tener toda la que necesites y más”.
Cuando vuelve sus ojos a la entrevista el brillo de sus lágrimas son indisimulables.
“La verdad es que nunca pensé en tener hijos”, confiesa para agregar que proviene de una familia muy pobre y sin futuro. 
Cuenta que en niña le detectaron toxoplasmosis, con una esterilidad casi segura.
“A los nueve años concurría a un consultorio barrial a recibir tratamiento psicológico”, sostiene.
“Yo iba contenta porque ahí me daban galletas, dulces y algo para comer”, dijo.
“Cuando tuve los trabajos de parto no tenía quién me asista, entonces llamamos a la policía y en el patrullero me llevaron al hospital. Mi hijo nació con bajo peso y con muchas dificultades respiratorias. Después una hemorragia intracraneal, nasal y finalmente un virus intrahospitalario lo llevó a no poder alimentarse. Desde su nacimiento estuvo en la incubadora. No lo podía tocar, ni amamantar”, detalla.
En un mes, acota, el bebé jamás subió un gramo de peso. A las cuatro semanas llegó al límite de sus fuerzas y al máximo de los esfuerzos médicos.
“No sé si mis oraciones o las de mi marido, nos sé si fueron mis lágrimas o la fuerza de la vida de ese niño los que hicieron posible su regreso, nunca lo voy a saber”. Con esas palabras recuerda los momentos más duro que le tocó vivir. 
Promesa
“Pero cuando estuve conmocionada por la muerte, cuando estuve shockeada por la tragedia prometí difundir el milagro si este se producía. Prometí muchas cosas más, pero lo público es que le dije a Dios que su obra no iba a quedar entre nosotros y que esta alegría de comunicarla no tendría nada a cambio”, expresó la humilde joven.
Por eso hizo mil panfletos o volantes, con sus pocos recursos, para dar a conocer esta “gran noticia”.
“Yo que tanto sufrí de niña. Yo que me creía estéril para toda la vida, yo que no tengo nada que ofrecer, fui escuchada por Dios. A la noche fui a un sepulcro, en la mañana a un nacimiento. Estoy superada. No sé qué me pasó. Por qué a mí”.
“Si esto le parece fantasía escuche. Fui a la Anses a tramitar el subsidio. El niño no figuraba nacido aún. Vuelvo al Nuevo Hospital y me informan que está dado como fallecido. Logré la historia clínica y encuentro en uno de sus ítems la palabra ‘resucitado’.
Todo esto en muchos días que no puedo hilvanar si era ayer, antes o después. 
Así estoy, feliz de tener a mi ángel en casa. Agradecida de los doctores y de las doctoras que tanto me mimaron antes y después. 
A la enfermera que no sé ni cómo se llama que enterada que el bebé había sobrevivido a su peor noche me regaló sus primeros trapitos y ya no sé a quién más agradecer”, dice casi llorando de alegría.
Luego Abigail dijo sonriendo: “Recuerdo la cara de la doctora de cabecera cuando llegó al mediodía y se dio con el bebé de nuevo entubado y mejorando. Me miró y me dijo: ‘Me quemaste los libros’, fue una bromita inolvidable la que aún me da gracias”, rememoró. 
Dalma Abigail, la mamá del milagro finalizó: “Quería mil folletos pero no me alcanzó, pero creo que mis palabras van llegar mas lejos”. 

lunes, 10 de julio de 2017

¡ESTOY DE ANIVERSARIO! – YA SON 8 AÑOS DEL BLOG !!!!!!


  • ¡Gracias! ¡gracias! y mil veces ¡gracias! por estar al otro lado de la pantalla leyendo estas palabras, cada momento que estás pasando leyéndome es un regalo. Esperamos tus sugerencias: Claro, la parte fuerte seguirá siendo LA PALABRA, pero si piensas que puede ser interesante algún tema, pues lo planteamos.¿quieres que escriba de un tema en concreto en el blog?.
  • FELICIDADES!!!! BLOGUEROS.

ORANDO LA PALABRA...

Mt 9, 18 - 26.

Hoy Señor Jesús, como aquel alto jefe, me postro ante ti  y te pido que vengas a imponer las manos a cuantos están enfermos para que vivan porque tienen ese sentimiento de muerte, impone tus manos para que vivan. Como aquel día levántate y ve .diles que es un mal momento,a quienes lloran, gritan, que no están muertos porque viniste a darles vida.. se que hay muchos que se ríen porque no hay fe en sus corazones, no creen lo que TU les dice. a solas te pido que le tomes de la mano para que se levanten y así puedan dar testimonio de tu obrar en ellos. dales la gracias, la fe de aquella mujer que pensó que con solo tocar el fleco de tu mano iba a sanarse. 
Señor, dame la gracia de presentarme ante ti y de postrarme en tu presencia para pedirte, darte gracias, alabarte, bendecirte, impone tus manos en mi para que tenga vida, sea sanada, quiero levantarme y seguirte así como tu te levantaste y seguiste al alto jefe para obrar en su hija. quiero que tomes mi manos para que me levante. Señor, 
Señor, que en mi encuentres esa fe del alto jefe y de aquella mujer, que pueda divulgar que adonde tu vas hay vida, que veas en mi la confianza que salva, da vida que había en ellos. que esa fe en mi me salve y de vida.Quiero atreverme como ellos, a lo nuevo, estar convencida que tu  traes salud y salvación. así quiero acercarme a Ti  Señor. 
Señor, en tu obrar diste, das amor, que es vida, te pido bendigas a todos los que trabajan para quitar y aliviar enfermedades. 

lunes, 20 de marzo de 2017

viernes, 17 de marzo de 2017

ORANDO LA PALABRA...

MT 21, 33- 43. 45 - 46.

SEÑOR, hoy como a los sumos sacerdotes y a los ancianos nos dice que tu eres el dueño de una viña, esa viña es tu reino,  es tu Iglesia pero lo dejaste en manos de viñadores como sacerdotes, laicos, en manos de todo bautizado, nos regalaste por medio de tu Espíritu Santo dones, carismas y frutos para que los desarrollemos, lo entreguemos a los demás.te pido perdón si he actuado como los viñadores de la palabra, no haciendo nada, apoderándome de lo que me regalaste, matando al hermano no dejando que desarrolle lo que le regalaste,golpeándolo y apedreándole con humillaciones, creyéndome mejor que lo demás. perdón x no respetarte y querer quedarme con aquello que es tuyo.por matarte cada día con mis malas acciones, actitudes, pecados, faltas, y ofensas, no siendo buena cristiana, mujer de fe.por arrojarte fuera de mi vida. no me quites de tu Reino, Señor, dame la posibilidad de dar frutos.
 Hoy señor, hay violencia inusitada, y con ella te matan día a día porque no creen,  porque no han acepado el mensaje de tu reino, porque ellos han rechazado la propuesta de tu Reino con sus actos, el  Reino de paz y amor.
Señor, que los grandes de la economía de este mundo miren a lo pobres y postergados, derrama creatividad, coraje y buena voluntad para poder vivir en un mundo fraterno y solidario....

jueves, 16 de marzo de 2017

ORANDO LA PALABRA

EVANGELIO DE SN LUCAS 16, 19 - 31.

Señor, que mi vestidura siempre sea estar en tu gracia, que mi alimento diario para saciar mi hambre y sed no solamente sea el que fortalece el cuerpo, sino también tu presencia Eucarística. y así  saciar mi sed y hambre de ti a mi alma y espíritu. se que hay muchos hermanos que necesitan saciar su cuerpo, alma, espíritu, hermanos que solo esperan migajas, que solo tienen un perro que los acompaña, que los lame para sanarlos cuando se lastiman. solo con tu misericordia podremos  compadecernos de las necesidades y el destino del hermano  y  se que ambos nos encontraremos en la morada de los muertos, que no me encuentre en medio de los tormentos, que no te vea lejos, que solo aquí, en la tierra pueda pedir, decirte  ten piedad, que las llamas no me atormenten,  que como Lázaro pueda encontrar consuelo y no tormento, que no haya un abismos entre y yo, dame la gracias de llevar a quienes me rodean hacia ti, que con tu gracia los prevenga para que no caigan en aquel lugar de tormento y llamas,
Se que se produce un gran abismo lejos de tu lado, un abismo imposible de cruzar, que pueda quitarla poniendo en práctica la fraternidad. compartiendo, viviendo de forma igualitaria. los bienes terrenales, porque solo así podremos rehacer las relaciones contigo, defensor de los pobres y de los débiles, se que es único camino posible.
te pido despierta mi corazón dormido para verte en aquellos hermanos que pasan a mi lado, que no sea egoísta y que no me quede en la comodidades..... que salga de mi pequeño mundo Señor.

martes, 3 de enero de 2017

Lectura del santo Evangelio según san Juan (1,29-34):

Al día siguiente, al ver Juan a Jesús que venía hacia él, exclamó: «Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Este es aquel de quien yo dije: "Trás de mí viene un hombre que está por delante de mí, porque existía antes que yo." Yo no lo conocía, pero he salido a bautizar con agua para que sea manifestado a Israel.»
Y Juan dio testimonio diciendo: «He contemplado el Espíritu que bajaba del cielo como una paloma, y se posó sobre él. Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: "Aquél sobre quien veas bajar el Espíritu y posarse sobre él, ése es el que ha de bautizar con Espíritu Santo." Y yo lo he visto, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios.»
Palabra del Señor.

¡Somos hijos de Dios!El pecado, ¿humaniza o deshumaniza? Los intentos de rebajar el mesianismo de Cristo de los que hablábamos ayer, responden con frecuencia al deseo de “humanizar” su figura, que, por su carácter divino y, por eso mismo, santo, puro y sin pecado, nos parece demasiado sublime y alejada de nuestra realidad humana. Esto se puede entender porque los seres humanos en exceso perfectos se nos antojan también demasiado elevados, y alguna que otra debilidad parece acercarlos al común de los mortales. Pero esto es una falsa impresión. Hay formas de “perfección” que se parecen muy poco a la perfección de Dios: la conciencia de la propia justicia puede llevar a la soberbia, al juicio duro e inmisericorde, al alejamiento respecto de los demás seres humanos. Pero es claro que esta perfección es ficticia: el peor pecado no es el que deriva de las debilidades humanas, sino el de soberbia, la autoafirmación de sí, que niega de paso a los demás, como les sucedía a los fariseos, y a aquellas monjas jansenistas de Port Royal, de las que se decía que eran puras como ángeles y soberbias como demonios.
La pureza de Jesús, la ausencia en él de pecado, es muy de otro tipo: no es una autoafirmación soberbia, sino, al contrario, un humilde abajamiento (cf. Flp 2, 7). No sólo no lo aleja de nosotros, sino que lo hace cercano, carne de nuestra carne, y, por eso mismo, capaz de sentir con nuestros propios sentimientos, de compadecerse. Precisamente porque no tiene pecado, por eso carga sobre sí y quita el pecado del mundo.
El pecado, por el contrario, endurece el corazón y nos aleja de
nuestros semejantes, bloquea la capacidad de compadecer: así, el egoísta que sólo piensa en sí mismos y usa a los demás en beneficio propio, o el que es víctima de vicios, que lo cierran sobre sí mismo, dificultando o, incluso, impidiendo, la apertura a los demás; también, claro, el soberbio, que en nombre de una presunta perfección o justicia condena a los demás sin misericordia.
La perfección de Jesús es el amor misericordioso de Dios que nos purifica por el bautismo y la penitencia y, así, nos libera de los pecados, que desfiguran nuestra humanidad. Es la perfección de un amor y una misericordia que nos humaniza, nos ayuda a ser nosotros mismos, a encontrar la verdad de nuestra vida, que consiste en que somos, de verdad, hijos de Dios.