El arzobispo de Buenos Aires afirmó que la Iglesia trabaja por los más desprotegidos "desde hace mucho tiempo".
El cardenal Jorge Bergoglio replicó ayer las críticas de la presidenta Cristina Fernández y sostuvo que la Iglesia "se viene ocupando desde hace mucho tiempo de los hermanos más pobres", en la misa principal de la 35ª peregrinación juvenil a pie a Luján, adonde llegó una multitud estimada en 1.300.000 devotos.
"La Iglesia mira a todos sin distinción, pero se viene ocupando desde hace mucho tiempo de los hermanos más pobres. Esos hijos que en las sumas y restas de los cálculos han quedado al borde del camino. Los hijos del descarte", advirtió el primado argentino aludiendo también a las cifras del INDEC.
De esta forma, salió a responder los cuestionamientos de la mandataria, quien había objetado a quienes "hablan" de las desigualdades sociales pero no hacen nada para resolverlas.
Bergoglio rogó a la Virgen que mire a "tantos descartados, que tienen nombre", y le pidió a la patrona nacional que les "fortalezca el corazón con la esperanza".Mensaje a los jóvenesAnte una multitud que, pese al cansancio de caminar 58 kilómetros escuchó la misa en la plaza Belgrano, frente a la basílica, el purpurado porteño exhortó a los jóvenes a "no dejarse robar la esperanza", e hizo un llamado a todos los argentinos para que "juntos ayudemos a construir una patria de hermanos".
En su reflexión, Bergoglio habló de un pueblo "cansado, pero no sólo del cansancio de los pies" y de un pueblo "sufrido", pero destacó sin embargo el compromiso solidario de los argentinos que, según dijo, "viene cargando con la vida de otros hermanos que sufren".
El arzobispo pidió también a la Virgen que "borre del corazón todo lo que pueda confundir", y repitió tres veces el lema de la peregrinación: "Madre, que tu mirada renueve nuestra esperanza".
A las 6.35, los peregrinos recibieron la "imagen cabecera" de la Virgen que partió el sábado al mediodía del santuario de San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers.La imagen para MalvinasMinutos antes también llegó la imagen de la Virgen que familiares de los caídos en la guerra de 1982 colocarán el 10 de octubre en el cenotafio inaugurado el sábado, por el primer contingente, en el cementerio de Darwin de las islas Malvinas.
Previamente, en la Plaza de los Escudos, a pocos metros de la basílica, los veteranos de guerra hicieron un acto alusivo y rezaron un rosario y el padrenuestro.
Todos los peregrinos buscaban hacerse notar entre la muchedumbre. Algunos con pancartas para identificar su parroquia, colegio o lugar de origen, otros con banderas, vinchas, viseras o tatuajes con la imagen de la Virgen.
El viaje de los peregrinos
Tras el arribo de la imagen de la Virgen, el cardenal Jorge Bergoglio ofició la misa central.Los peregrinos cumplieron su meta: tras 58 kilómetros de caminata llegaron a la Basílica de Luján a venerar a la Virgen, una devoción que nació en 1630 cuando una carreta que llevaba su imagen se quedó parada en ese lugar, que luego se convirtió en santuario.
"Llegar a la Basílica es una experiencia única. Uno se siente pleno, sin cansancio ni dolores en el cuerpo", resumió Matías, un joven de Acasusso que ya tiene experiencia en esta peregrinación.
Con bastones improvisados y signos evidentes de cansancio, los miles de fieles hicieron el camino desde el Santuario de San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers, a Luján, en un promedio de 16 horas.
Los primeros grupos arribaron cerca de las 4 de la mañana, cuando fueron recibidos con música en la plaza central, frente al templo.
El momento más emocionante para los peregrinos fue la llegada de la imagen de la Virgen, que arribó entre aplausos al lugar cerca de las 7 de la mañana de la mano de miembros del Vicariado Episcopal de Juventud de la Arquidiócesis de Buenos Aires.
La devoción se remonta a 1630, cuando una imagen de la Virgen de la Inmaculada y otra de la Virgen con el Niño, que venían de Brasil al puerto de Buenos Aires, debían seguir camino a Santiago del Estero.
Sin embargo una de las carretas se estancó en Luján, por lo que los mensajeros fueron quitando peso al coche, pero no conseguían hacerlo avanzar.
Cuenta la historia que, finalmente, sacaron la imagen de la Virgen de la Inmaculada y la carreta arrancó, lo que entendieron como una señal de que ella quería quedarse en ese punto, donde luego fue construido el templo.
Esta peregrinación, la 35 desde la primera que se realizó en 1975 con la participación de 30 mil jóvenes, se hizo bajo el lema "Madre, tu mirada renueva nuestra esperanza". Desde el mediodía del sábado, decenas de delegaciones de jóvenes y muchos caminantes mayores de la Capital Federal y de localidades bonaerenses como Dolores, San Justo, Trenque Lauquen, Mar del Plata y General Villegas, hicieron la ruta a pie, mientras eran apoyados por un operativo de seguridad.
"La Iglesia mira a todos sin distinción, pero se viene ocupando desde hace mucho tiempo de los hermanos más pobres. Esos hijos que en las sumas y restas de los cálculos han quedado al borde del camino. Los hijos del descarte", advirtió el primado argentino aludiendo también a las cifras del INDEC.
De esta forma, salió a responder los cuestionamientos de la mandataria, quien había objetado a quienes "hablan" de las desigualdades sociales pero no hacen nada para resolverlas.
Bergoglio rogó a la Virgen que mire a "tantos descartados, que tienen nombre", y le pidió a la patrona nacional que les "fortalezca el corazón con la esperanza".Mensaje a los jóvenesAnte una multitud que, pese al cansancio de caminar 58 kilómetros escuchó la misa en la plaza Belgrano, frente a la basílica, el purpurado porteño exhortó a los jóvenes a "no dejarse robar la esperanza", e hizo un llamado a todos los argentinos para que "juntos ayudemos a construir una patria de hermanos".
En su reflexión, Bergoglio habló de un pueblo "cansado, pero no sólo del cansancio de los pies" y de un pueblo "sufrido", pero destacó sin embargo el compromiso solidario de los argentinos que, según dijo, "viene cargando con la vida de otros hermanos que sufren".
El arzobispo pidió también a la Virgen que "borre del corazón todo lo que pueda confundir", y repitió tres veces el lema de la peregrinación: "Madre, que tu mirada renueve nuestra esperanza".
A las 6.35, los peregrinos recibieron la "imagen cabecera" de la Virgen que partió el sábado al mediodía del santuario de San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers.La imagen para MalvinasMinutos antes también llegó la imagen de la Virgen que familiares de los caídos en la guerra de 1982 colocarán el 10 de octubre en el cenotafio inaugurado el sábado, por el primer contingente, en el cementerio de Darwin de las islas Malvinas.
Previamente, en la Plaza de los Escudos, a pocos metros de la basílica, los veteranos de guerra hicieron un acto alusivo y rezaron un rosario y el padrenuestro.
Todos los peregrinos buscaban hacerse notar entre la muchedumbre. Algunos con pancartas para identificar su parroquia, colegio o lugar de origen, otros con banderas, vinchas, viseras o tatuajes con la imagen de la Virgen.
El viaje de los peregrinos
Tras el arribo de la imagen de la Virgen, el cardenal Jorge Bergoglio ofició la misa central.Los peregrinos cumplieron su meta: tras 58 kilómetros de caminata llegaron a la Basílica de Luján a venerar a la Virgen, una devoción que nació en 1630 cuando una carreta que llevaba su imagen se quedó parada en ese lugar, que luego se convirtió en santuario.
"Llegar a la Basílica es una experiencia única. Uno se siente pleno, sin cansancio ni dolores en el cuerpo", resumió Matías, un joven de Acasusso que ya tiene experiencia en esta peregrinación.
Con bastones improvisados y signos evidentes de cansancio, los miles de fieles hicieron el camino desde el Santuario de San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers, a Luján, en un promedio de 16 horas.
Los primeros grupos arribaron cerca de las 4 de la mañana, cuando fueron recibidos con música en la plaza central, frente al templo.
El momento más emocionante para los peregrinos fue la llegada de la imagen de la Virgen, que arribó entre aplausos al lugar cerca de las 7 de la mañana de la mano de miembros del Vicariado Episcopal de Juventud de la Arquidiócesis de Buenos Aires.
La devoción se remonta a 1630, cuando una imagen de la Virgen de la Inmaculada y otra de la Virgen con el Niño, que venían de Brasil al puerto de Buenos Aires, debían seguir camino a Santiago del Estero.
Sin embargo una de las carretas se estancó en Luján, por lo que los mensajeros fueron quitando peso al coche, pero no conseguían hacerlo avanzar.
Cuenta la historia que, finalmente, sacaron la imagen de la Virgen de la Inmaculada y la carreta arrancó, lo que entendieron como una señal de que ella quería quedarse en ese punto, donde luego fue construido el templo.
Esta peregrinación, la 35 desde la primera que se realizó en 1975 con la participación de 30 mil jóvenes, se hizo bajo el lema "Madre, tu mirada renueva nuestra esperanza". Desde el mediodía del sábado, decenas de delegaciones de jóvenes y muchos caminantes mayores de la Capital Federal y de localidades bonaerenses como Dolores, San Justo, Trenque Lauquen, Mar del Plata y General Villegas, hicieron la ruta a pie, mientras eran apoyados por un operativo de seguridad.
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