La Santa Misa. ¡Es el centro de nuestra vida cristiana y la acción de gracias que presentamos a Dios por su gran amor hacia nosotros.
Juntos vamos a descubrir su importancia y los tesoros que se ganan en oír y celebrar LA SANTA MISA.
(Mt 18, 19-20) Mc.
14,22 - 25; Lc. 22. 19 – 20; 1ra Cor 11.
23 – 25; Mt. 26. 26 – 29.
La Misa no es otra
cosa que un viaje místico a aquella primera y única Misa celebrada por Jesús. Y
ese viaje comienza en la Última Cena, cuando Jesús pronuncia las palabras de la
Institución.
El valor de la Misa es muy grande, pero, que dice la gente
sobre la Misa? debemos saber:
Yo no voy a Misa no porque sienta, sino porque valoro la
Misa. El sentir es pasajero. Que hacen sus mamás o una persona que nos quiere cuando nos enfermamos? velan por nosotros porque nos valoran.
Otros dicen que en la Misa me aburro, es un error, ya que es
una obligación para el católico. Un niño y un joven adolescente que van al escuela? a estudiar no a
divertirse, el empleado a trabajar no a divertirse; como ven es obligatorio y
no depende si me divierte o no en todos los casos, de lo contrario somos
suspendidos, no cobramos el sueldo, no nos formamos. Tenemos obligación de
darle culto a Dios, porque somos seres razonables que conocemos a Dios, las mascotas no le dan culto porque no lo
conocen.
Si soy de las personas que reza en su casa se llama culto
privado, pero también deben darle culto público a Dios como comunidad del
pueblo cristiano. Ese acto oficial de darle culto público a Dios es la Santa
Misa y, es bueno que lo hagamos voluntariamente y de buena ganas porque voy a
decirle que: lo quiero, lo necesito, le agradezco, que EL es mi Padre y yo su
hijo, solo iremos de buena gana a Misa si sabemos lo que vale una Santa Misa.
¡Cuántas veces hemos ido al dentista
voluntariamente y no nos gusta ir!
En la Santa Misa ,celebramos el Santo Sacrificio de Jesús en la Cruz para redimirnos, ser perdonados; es el acto más grande de toda la historia de la humanidad; es la actualización de la muerte de Cristo en la cruz para redimirnos (sacrificio incruento); anunciamos su muerte, proclamamos su resurrección (palabras pronunciadas por el sacerdote); es el misterio de nuestra fe. (Palabras pronunciadas por el sacerdote); es el Sacramento de nuestra fe.
En el momento de la Consagración, es como si el sacerdote le
“prestara” su voz y sus manos a Jesús. Ya no es “padre Fulano”, sino Jesús
mismo que está obrando en él y a través de él. Por eso decimos que el sacerdote
actúa “in persona Christi”, o sea, “en la persona de Cristo”. Es Jesús mismo
quien toma el pan y el cáliz en sus manos, para entregarnos luego su Cuerpo y
su Sangre, igual que lo hizo aquel día, hace más de dos mil años, en el Cenáculo… tal
vez no podamos verlo con nuestros ojos, ¡pero realmente estamos en el Cenáculo
en la Última Cena!
Si te fijas bien, podrás notar que el sacerdote hace dos
genuflexiones, una cuando deposita el Cuerpo de Jesús sobre el altar y luego,
la otra, cuando deposita el cáliz con la Sangre. Son dos gestos de adoración
ante Dios que se encuentra presente sobre el altar.
No es parte de la liturgia, pero en esos momentos muchas
personas repiten las palabras de Santo Tomás: “Señor mío y Dios mío”. Es como
un reconocimiento de nuestra poca fe ante el Misterio de la Eucaristía. En
realidad no importa las palabras que uses—o si no usas ninguna—lo que no
debería faltar es un gesto de adoración sincero y profundo de tu parte,
reconociendo que Dios está ahí, realmente presente… todo porque te ama.
Hay una canción que dice “no sé si la iglesia subió o si el
cielo bajó”… admirarse ante semejante Misterio y asómbrate por el Milagro que
acontece delante de nuestros ojos. La Misa se trata de transportarnos todos
juntos al momento de nuestra salvación, donde Jesús se ofrece, primero como Pan
y Vino, y luego como Cordero de Dios.
Cuando sabes sobre el valor de Misa no dejas de asistir por
nada del mundo. El problema está en que ignoramos lo que vale y optamos por hacer cualquier
otra actividades antes que ir a darles culto público a Dios y su Santo Sacrificio. Existen
casos extremos que pueden justificar no participar, pero solo en casos
extremos. Muchas veces no se va por falta de organización,
planificación. Debemos hacerlo de antemano.
Qué dice el catecismos de la Iglesia?
A este sacramento lo llama: - EUCARISTÍA (acción de gracias)
Lc 22. 19; 1Cor 11. 24;
Mt 26, 26; Mc 14, 22. - BANQUETE DEL SEÑOR. (Cena del Señor que celebro con sus amigos antes de la pasión) Cor 11, 20. - porque este rito, propio del banquete judío, fue utilizado por Jesús cuando bendecía y distribuía el pan como cabeza de familia, y con esta expresión los primeros cristianos designaron sus asambleas Eucarísticas. Mt 1,19; 15,36; Mc 8,6.19; Hch 2,42. 46; 20,7.11. SANTO SACRIFICIO: (actualiza el único sacrificio de Cristo Salvador). - SANTÍSIMOS SACRAMENTO (es el sacramento de los sacramentos) - COMUNIÓN (nos unimos a Cristo que se nos hace partícipe de su cuerpo y de su sangre para formar un solo cuerpo) 1Cor 10,16 - 17. - SANTA MISA (porque la liturgia en la que se realiza el misterio de salvación se termina con el envío de los fieles (misión) a fin de que se cumplan la voluntad de Dios en su vida cotidiana.
La misa es un sacrificio, porque en ella se reactualiza y se
hace presente la muerte de Cristo para expiar nuestros pecados. Jesús sigue
ofreciendo su vida por nosotros como lo hizo en la cruz. Pero también la misa
es la actualización, aquí y ahora, de la resurrección de Cristo. Por eso, la
misa es una gran fiesta para los católicos.
¿Cómo no vamos a estar contentos, si Jesús ha resucitado?
Además, Jesús instituyó la
Eucaristía durante la gran fiesta de los judíos: la Pascua; y
así nos da a entender que la
Eucaristía es la gran fiesta de los verdaderos cristianos que
sustituye a la Pascua judía.
Una sola Misa da más gloria a Dios que todos los
Santos, incluida la Santísima Virgen María, alabándolo eternamente en el cielo.
Porque todos ellos son creaturas de Dios
Que este tiempo sea el compromiso de participar de misa e incentivar a mis hermanos
que participen.
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