Querer a los que te quieren es sencillo, querer a quienes te facilitan el camino para seguir, querer es un sentimiento que puede hasta cierto punto ser fácil de sobrellevar. Querer es decir siempre que eres capaz de hacer algo por alguien, que eres capaz de perdonar, de acceder, de comprender, de intentar… Querer no es tan difícil!!.
Querer a los amigos no es difícil, querer a los que te brindan su cariño con sinceridad, a los que te rodean en la oficina mientras trabajas, a los que te saludan mientras pasan por tu casa, a los que te atienden cordialmente, a tus familiares que viajaron por alguna circunstancia, a los que te colaborar en tus actividades cotidianas…
Cuando quieres, eres querido casi siempre, cuando quieres te quieren! Amar puede ser por el contrario una odisea, porque quien ama entrega sin esperar le sea devuelto. Amar no es una opción sino una precipitación contra la voluntad y la razón, sin embargo puede ser amar una tarea que nos traiga más fortuna si logramos encontrar la sabiduría en el amar.
La Sabiduría del que Ama.
Amar siempre sin dejar de amarnos a nosotros mismos, es decir amar sin opacar nuestra propia luz, sin eclipsar nuestras potencialidades, sin afanes que nos puedan dañar.
Amar porque amar es la libertad y el derecho de todo ser humano. Hay sabiduría en el amor, sí!!.
Porque cuando se ama sabiamente se sabe que aunque no lo correspondan, no nos entristecemos, sonrientes seguimos nuestro camino. Cuando se ama sabiamente se aguarda que el otro pueda cambiar y dejamos el suficiente espacio para que encuentre lo que necesita, amar es entregar y saber que el recibir no es inmediato, es seguir aguardando una alegría que seguramente llegará de forma inesperada, o de alguien inesperado… porque al final el que ama siempre será amado!!
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