miércoles, 1 de febrero de 2012

El perdón es una capacidad especial de la cual todos estamos dotados ( 2do tema)


EVANGELIO: Juan 21,15. Diálogo de Jesús con Pedro

 Después de comer, Jesús dijo a Simón Pedro: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos?" Él le respondió: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis corderos".

Estuvimos descubriendo a través de la Palabra, que cómo a Pedro, nosotros hemos negado al Señor voluntaria e involuntariamente y esa negación produjo en nosotros al igual que en Pedro heridas que el Señor quiere sanar a través de su amor, con su amor. Y  cómo a Pedro, nos pregunta: ¿me amas? Y ese SI, si se lo decimos, va a ser el comienzo de nuestra sanación, de nuestro envío, de apacentar sus ovejas, de dejar de lado todo el pasado y comenzar a ver el futuro desde la presencia  de Señor.
Por otro lado, sabemos que nuestra negación al Señor, se da cuando pecamos, porque el pecado es decirle NO a Dios. Pero el amor de EL es tan grande, tan infinito, nos ama tanto,  que no  quiere  que nos sigamos viviendo en el pecado, El quiere que seamos libres del pecado, y nos da su perdón siempre y cuando reconozcamos que hemos obrado mal y pidamos su perdón. Y nos dejo el sacramento de la reconciliación, confesión, del perdón. Porque El sabe de nuestras limitaciones, de nuestras debilidades, conoce nuestras condiciones humanas y sabe que siempre caeremos y tendremos que pedir perdón ya sea: a uno mismo, al hermano. Ej. ¿Que hicimos que no nos perdonamos? ¿A quien nos cuesta perdonar? Y ¿que no le perdonamos a Dios?........
Solo si  aceptando que debemos perdonar, que debemos pedir perdón seremos sanados, seremos perdonados y podremos amar con el amor de Dios. Si  volvemos a la Palabra.
CITA: JN 21,15
Vemos que Jesús no le reprocha nada, no le dice nada, ninguna palabra que ponga mal a Pedro. Pensemos que pudo haberle dicho Jesús si actuara como nosotros:¡ me traicionaste! Yo te dije que me traicionarías, porque lo hiciste? etc., pero NO, Solo atinó a preguntarle ¿me amas? Y Pedro seguía amándolo y Jesús eso lo sabía, por eso lo perdona. Y podemos decir, incluso confirmar que el amor de Dios, el amor perdona, el amor sana. Y también podemos decir que quien ama perdona porque el perdón es amor.
La ley Musaica condena al pecador, esté es gobernado por el rey del pecado, Satanás; ́se convierte en esclavo de la ambición, las pasiones y la codicia; y al final ́ muere. Pero la gracia de Jesucristo lo perdona, lo hace justo, le da su Espíritu Santo y vida eterna. No estamos viviendo en la época de la ley  Mosaica  del antiguo testamento, sino ́ en la época de la gracia; el nuevo testamento. Dios desea de todo corazón hacer realidad en nuestras vidas el amor, el perdón y el olvido para los que hemos aceptado enteramente  a Jesucristo y vivimos este tiempo.  Jesús a perdonar a Pedro nos dice a nosotros también:
                                      * que el perdón nos permite recibir la gracia de Dios.
                                      *Que el perdón es amor.
                                      *Que el perdón nos sana, nos libera.
                                       * Debemos crucificar nuestro ego.
                                       *  No perdonar te  enferma.
                                        * EL perdón te libera de esos sentimientos negativos que en nada ayudan a tu crecimiento espiritual, es momento de reconocer que a pesar que nos cuesta perdonar, TENEMOS QUE HACERLO.
                                           * La falta de perdón en parte es acumulación de orgullo,
Pero también, nos pide que, Primero,* Debamos llevar una vida de perdón. Efesios 4; 32. Es una orden de Dios.  Pensamos que perdonar un pecado es una vergüenza o una debilidad, pero la biblia dice que es una honrra. Y el ejemplo claro es Jesús, veamos dos situaciones: la de la mujer adúltera, y cuando nos perdona en la cruz.
El perdón de Dios esta relacionado con el perdón a nuestros prójimos. No ́podemos vivir solos. Vivimos gracias a los demás, y dentro de esa relación también recibimos varias heridas y herimos, pero debemos perdonar para que Dios también nos perdone. Porque si no lo hacemos hay un muro entre nosotros y Dios que obstruye nuestra oración. Entonces no es que no sea importante perdonar o no; es una orden de Dios para los que quieren andar con el,́ recibir sus bendiciones y entrar en su reino.
Lo segundo que nos pide es: *Olvida que has perdonado, debemos olvidar que hemos perdonado. Pero Dios perdona y olvida. Hebreos 8; 12
El perdón es un arma de doble acción, por un lado te libera de la amargura y por otra libera a la otra de culpa.
Como Iglesia nosotros recibimos ese perdón, ya sea a través del sacramento de la reconciliación o por medio de quien nos perdona. El vivir sin el perdón nos da una imagen de seres mutantes, de unos entes (lámina), la imagen de estar sucios, con mal olor (nos ensuciamos las manos) nos pone de mal carácter, etc. Pero viene el Señor con su amor misericordioso a purificarnos y a darnos vida. Por eso, así como limpiamos nuestro cuerpo para no tener olor, y nos perfumamos, también nuestra alma debe estar limpia, con el aroma de Jesús. Y eso solo lo logramos con el proceso de perdón, ya siendo, al perdir perdón a quien hemos ofendido o confesando cuando hemos pecado. Y los demás sentirán el aroma de Dios en nosotros que es la santidad. Pero en nosotros está el elegir que aroma queremos llevar cómo queremos vivir.
 Por alguna extraña razón hay algo que a nosotros lo seres humanos nos es muy difícil, esto es: Perdonar. Nos gusta que la gente nos perdone por los errores que nosotros cometemos, pero nos es muy pero muy difícil perdonar a los que los comenten contra nosotros. El perdón es una capacidad especial de la cual todos estamos dotados, pero que depende de nosotros el usarla o simplemente saber que tenemos esa capacidad pero no usarla.
Tenemos que entender que “Nadie es perfecto”, que todos fallamos, que todos tenemos la tendencia por naturaleza a fallarle a las personas y aun a nuestros seres más queridos. Y es que no trato de excusar nuestra conducta muchas veces poco espiritual, sino que trato de ser realista y describir lo que hay. Aun el hombre o mujer que quiera ser perfecto fallara en el intento, aunque no será razón para dejar de intentarlo. Lo que quiero decir con esto es que todos tenemos las mismas probabilidades de que nos fallen o de fallar a alguien independientemente de quien sea.
Lo que a ti te hayan hecho jamás será comparable con lo que Jesús padeció, siendo el único JUSTO sobre la faz de la tierra, fue maltratado y murió por los injustos. Si había alguien con solvencia para enseñarnos a perdonar, ese era Jesús, y de hecho lo enseño en muchas ocasiones, porque para Él, el perdón era muy importante.
Quizá a ti te hayan hecho algo terrible, quizá estés pasando un mal momento porque una persona que amabas o querías y de las cual pensaste que nunca te iba a fallar, te fallo. Ahora quizá te sientes defraudado, por una parte con rabia contra esa persona y por otra parte con coraje por haber confiado en él o ella, pero aun en medio de todos los sentimientos encontrados que tengas, debes de entender que DIOS QUIERE QUE PERDONES. Tú tienes la capacidad de perdonar, no me digas que no, no pienses que no, al contrario, tu eres hechura de Dios y por lo tanto tienes la capacidad de perdonar.
Si tuvieras la voluntad y determinación de llevar a cabo esta acción, puedo imaginarme a Dios con una sonrisa tan hermosa viendo como tú estás llevando a cabo una acción de la cual Él seguramente estará orgulloso de ti y la cual te liberara de todo sentimiento negativo que pueda existir en tu vida.
El peor problema para perdonar, es pensar que no necesitas perdonar o pensar que ya perdonaste, cuando realmente en tu corazón sabes muy bien que no es cierto.
¡VE Y PERDONA HOY!

No hay comentarios: