lunes, 3 de agosto de 2009

PALABRA DEL DÌA. (03-08-09)


MATEO 14, 13-21.

Al enterarse de eso, Jesús se alego en una barca un lugar desierto para estar a solas. Apenas lo supo la gente, dejo las ciudades y lo siguió a pie. Cuando desembarco, Jesús vio una gran muchedumbre y, compadeciendose de ella, curo a los enfermos. Al atardecer los discípulos se acercaron y le dijeron: " Este es un lugar desierto y ya se hace tarde; despide a la multitud para que vaya a las ciudades a comprarse alimentos". Pero Jesús les dijo: "No es necesario que se vayan , denles de comer ustedes mismos". Ellos respondieron: "Aquí no tenemos mas que cinco panes y dos pescados"." Traiganmelo aquí", les dijo. Y después de ordenar a la multitud que se sentara sobre el pasto, tomó los cinco panes y los dos pescados, y levantando los ojos al cielo, pronuncio la bendición, y partió los panes, los dio a sus discípulos y ellos los distribuyeron entre la multitud. Todos comieron hasta saciarse y con los pedazos que sobraron se llenaron doce canastas. los que comieron fueron unos cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños.

Palabra de Dios.
Este pan evoca el recuerdo del mana con que Dios alimento a su pueblo en el desierto., pero es tambien un anuncio del Pan Eucaristico que Jesus dara a su Iglesia para alimentarla en su peregrinacion por el mundo.

Ver: Ex 16, 4-15

Jn 6, 53-58.

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