Si anuncio el Evangelio, no lo hago para gloriarme: al contrario, es para mí una necesidad imperiosa. ¡Ay de mí si no predicara el Evangelio! 1 Cor 9,16
sábado, 18 de julio de 2009
vida de oraciòn
tengo un pulmòn para respirar, y tengo el alma para orar. si no respiro no tengo vida corporal, si no oro, no llevo vida espiritual. respirar bien y profundamente, aumenta mi salud, rezar bien y fervorosamente me lleva a la santidad
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